domingo, 2 de diciembre de 2012

¡TERMINÓ EL HORARIO DE VERANO!

¿Realmente hubo  ahorro de energía?

El horario de verano es el horario que sigue a la convención por la cual se adelantan los relojes para usar más la luz diurna. 

Normalmente los relojes se adelantan una hora a principios de la primavera y se regresan de nuevo en otoño. Muchas culturas antiguas, en cambio, alargaban las horas diurnas en verano. El horario de verano moderno fue propuesto por primera vez por Benjamín Franklin y posteriormente, en 1907, por William Willett. Se empleó ampliamente por primera vez en 1916, durante la Primera Guerra Mundial, para ahorrar carbón. A pesar de las controversias, muchos países lo vienen empleando desde entonces. Los detalles difieren dependiendo del país y son modificadas a veces.

Aunque existen países que llevan décadas ajustando sus relojes durante el verano, cuando los gobiernos de América Latina lo implementaron en sus países surgió una gran controversia que se mantiene aunque con menos fuerza hasta la fecha.

La realidad es que el ahorro sí es significativo tal como lo muestran las estadísticas cada año. Este año el Horario de Verano implicó un ahorro económico de mil 273 millones de pesos y un ahorro energético de mil 014.26 Giga Watts Hora (GWh), equivalente al consumo anual del estado de Campeche en 2011.

De acuerdo con estimaciones preliminares de la Secretaría de Energía (Sener), el Horario de Verano arrojó entre otros beneficios el dejar de consumir el equivalente a 1.8 millones de barriles de petróleo y evitar la emisión a la atmósfera de 677 mil toneladas de bióxido de carbono, principal contaminante del efecto invernadero.

Es importante aclarar que el consumo de energía eléctrica que implica el uso de las luces por la mañana durante periodos cortos al inicio y al final del horario de verano, no es tan significativo si se compara con la energía que dejamos de consumir al encender los focos una hora más tarde al caer la noche.

Las cifras son por demás elocuentes: durante el periodo de verano, por las mañanas se encienden alrededor de diez millones de focos que antes no se encendían; en cambio, por las tardes se dejan de encender aproximadamente 100 millones de focos durante una hora.

Por todo lo anterior podemos concluir  que el horario de verano sí nos proporciona beneficios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario